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9 de abril de 2019

Memoria y retos que suponen el día nacional de las víctimas

 

A propósito del Día nacional de la memoria y la solidaridad con las víctimas es menester recordar su razón de existir y los retos que supone, especialmente en el momento histórico que vivimos, pues la implementación del acuerdo de paz y la garantía de los derechos de las víctimas del conflicto armado en Colombia son temas que no están dentro de las prioridades del gobierno.

El 9 de abril de 1948 es un día crucial en la historia de Colombia. Ese día fue asesinado el líder liberal Jorge Eliecer Gaitán. Este asesinato sería el detonante para que el enfrentamiento violento entre miembros de los partidos liberal y conservador se intensificara; enfrentamientos que contribuirían a que estallara el conflicto armado entre el gobierno y los grupos guerrilleros, con más de cinco décadas de duración (CNMH, 2016).

Esa misma fecha adquirió un nuevo significado con la promulgación de la ley de víctimas y de restitución de tierras (Ley 1448 de 2011), la cual declaró el 9 de abril cómo el “Día nacional de la memoria y la solidaridad con las víctimas” con el propósito de recordar y reconocer el sufrimiento de casi 9 de millones de colombianos que han vivido en carne propia los desmanes de la guerra (Registro Único de Victimas, 2019).

Recordar a las víctimas implica defender sus derechos a la verdad, la justicia y la reparación con garantías de no repetición (Ley 1448 de 2011). Pero, antes de ello, el primer paso es reconocer la persistencia de las consecuencias del  conflicto armado. De igual forma, es de suma importancia que las vías para que se garanticen los derechos de las víctimas del conflicto armado no se agoten. En especial, es necesario que se prorrogue la vigencia de la ley de víctimas para que todas las víctimas del conflicto que no hayan podido acceder a los diferentes derechos y beneficios que les concede el ordenamiento jurídico puedan hacerlo. Extender el plazo inicial de 10 años tumbaría una de las barreras legales que impiden hacer efectivos los derechos de las víctimas y lograr que las historias de varias de ellas, que todavía no han acudido al sistema, se incluyan en la memoria colectiva de la nación.

Por último, el gran reto de la dignificación de las víctimas del conflicto es la pronta y efectiva implementación del Acuerdo de Paz entre el gobierno y las FARC; acuerdo cuya importancia radica en las oportunidades que brinda para eliminar las condiciones sociales que hicieron posible la guerra en el país. Al respecto, podemos celebrar el hecho de que las objeciones presidenciales a la ley estatutaria de la JEP fueran rechazadas por la Cámara de Representantes, debido a que el sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición es crucial para garantizar los derechos de las víctimas y en especial para conocer la verdad sobre lo sucedido de voz de los victimarios.

En fin, el día de hoy nos debe ayudar a recordar el desafortunado pasado violento que hemos vivido y que ha dejado tantas víctimas. Que este día sea de ayuda para que seamos capaces de continuar y aprender de lo sucedido, de construir paz. La paz implica muchos retos y estos han de ser la prioridad no sólo de nuestros gobernantes, sino de toda Colombia. Se lo debemos a los millones de ciudadanos que sufrieron y siguen sufriendo a raíz de la confrontación armada y la vulneración a la democracia.

Bibliografía:

  • Ley 1448 de 2011. “Por la cual se dictan medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado interno y se dictan otras disposiciones.”
  • Centro Nacional de Memoria Histórica (CNHM). Informe general “¡BASTA YA! Colombia: Memorias de guerra y dignidad”. 2016.
  • Red Nacional de Información. Registro Único de Víctimas. 2019
  • Defensoría del pueblo. Estadísticas de asesinatos de líderes sociales. 2019